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Un fantasma recorre el norte del mundo.
Como libreto de tragedia griega millones de seres humanos de los países más pobres del sur migran hacia los países más ricos del norte. Lo hacen, arriesgando sus vidas en busca de mejores condiciones, pero a su vez activando el mecanismo de la Xenofobia que catapulta la proliferación de líderes populistas autocráticos que llegan al poder prometiendo, en el mejor de los casos, devolverlos a su origen. Ese ha sido entre otros, el caso de Italia, Francia, Alemania y los países bajos. La extrema derecha se fortalece y llega al poder como en el caso de Italia y Hungría. Ahora con el arrollador triunfo de Donald Trump le tocó el turno a Estados Unidos. Por el peso específico de éste país en la correlación de fuerzas a nivel mundial el triunfo de Trump tiene un grave significado para los derechos individuales y en especial para los derechos de las minorías. La balanza se inclina peligrosamente a favor de los gobiernos autocráticos. Se van creando las condiciones, aceleradas por algunos cambios tecnológicos para lo que podríamos llamar la Edad Media Moderna. Dominada ésta, no por la ciencia sino por la superstición, teorías de conspiración, prejuicios e intolerancia. Recordemos que la historia no es líneal y no siempre en progreso. Ahora más que nunca hace falta el compromiso con reafirmar y mantener los derechos humanos amasados con tantos sacrificios, luchando con firmeza y optimismo mientras comenzamos el recorrido por ésta tan oscura noche en la historia de la humanidad.
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